Nos la prometíamos muy felices cuando en el minuto 5, tras un buen pase de D’Alessandro, Diego Milito marcaba el primero de la tarde, pero en apenas 10 minutos el Espanyol conseguía encajar todo lo que chutaba. Tamudo (para varíar), Valdo y Zabaleta sacaban los colores a la defensa maña.
Pronto nos dimos cuenta de la una vez más inoperancia de Diogo y se convirtió en objeto de pitos por parte de la grada.
Comenzó la segunda parte, sin cambios a la vista, y gracias a la autoexpulsión de Luccen, pedazo de entrada a Riera, el Zaragoza se animó. No le quedaba otra.
Con pie y medio fuera del banquillo V. Fernández dio entrada a Oliveira. Tras mucho intentarlo Diego Milito, buen partido del argentino, le mandó dos excelentes centros que significaron el milagroso empate. Incluso se pudo meter el 4º tanto por nuestra parte como por la del Espanyol.
Esperemos que esto suponga definitivamente un punto de inflexión y el próximo domingo se juegue como la segunda parte de hoy. Seguimos confiando en Víctor y sobre todo en los jugadores, que al fin y al cabo, son los que meten los goles.
domingo, 9 de diciembre de 2007
GRACIAS OLIVEIRA
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2 comentarios:
Definitivamente, lo de ayer fue un milagro en toda regla...
Agustín
Los periquitos se iban cantando victoria...menos mal que salio oliveira!!!
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